La dermatitis atópica es una enfermedad que afecta a más del 10% de los niños, mostrándose un aumento de la incidencia en los últimos años.
Es una enfermedad crónica que se cursa con brotes y remisiones, generalmente desde la primera infancia (habitualmente en la lactancia, siendo rara su aparición después de los 3 meses de vida) 👶
Es muy importante un adecuado tratamiento para que no comprometa la calidad de vida de los pacientes.
Es multifactorial, es decir, existen varios factores involucrados en su desarrollo.
Es importante aclarar que no contagia.
¿Cómo es su diagnóstico?
La picazón (prurito) y las lesiones en piel características + historia atípica hacen el diagnóstico.
Características principales:
📌Marcada sequedad de la piel (xerosis)
📌Picazón (prurito)
Este último, constituye un síntoma cardinal en el paciente atópico e impacta sustancialmente en la calidad de vida del niño y su familia. Los malos hábitos respecto del sueño que se adquieren durante los primeros años de vida repercuten en las conductas futuras de los niños.😱
¡NO TE RASQUES! Comentario típico de los papas.
¡Cuidado con esto! Si bien el rascado empeora la dermatitis, lo ideal es no estigmatizar a la persona con el famoso “no te rasques”, se trata de algo muy difícil de controlar en esta patología y sobretodo si el paciente es un niño.
Una buena alternativa es cambiar el foco de atención, ofreciendo alguna actividad alternativa que mantenga manos y mente ocupados! 😁
¿La dermatitis atópica tiene complicaciones?🤔
Hay más riesgo de infecciones teniendo como “puerta de entrada, el germen” la piel “lastimada por la dermatitis”
¿Tiene tratamiento?
El objetivo no es la curación sino el control de los signos y síntomas hasta que la enfermedad remita.
Dos puntos claves:
👉 El manejo del brote propiamente dicho (Más a cargo del médico: sobretodo con corticoides) 👉 Medidas generales para que el mismo pueda prevenirse o sea menos grave (responsabilidad del paciente y su familia)
La higiene de la piel y el empleo de emolientes son dos estrategias fundamentales en el manejo.
👉 La piel debe ser higienizada en forma eficiente pero suave. El baño tiene como objetivo remover costras y reducir la colonización bacteriana, para el mismo se recomiendan productos de higiene no irritantes, con pH similar al de la piel y que no contengan moléculas que puedan actuar como alérgenos. El uso de formulaciones con aceite en los últimos minutos del baño favorecen la hidratación epidérmica. El baño debe ser templado (27-30 °C) y breve (cinco minutos) ya que el exceso de calor y el contacto prolongado con agua tienden a alterar aún más la barrera cutánea. La piel se secará apoyando la toalla y sin frotar. Para retener la humedad cutánea es aconsejable aplicar los emolientes dentro de los tres minutos de terminado el baño.
Evitar uso de:
🚫 Perfumes
🚫 Espuma de baño
🚫 Toallas de limpieza perfumadas o con antisépticos.
👉 Los emolientes son la base del tratamiento de mantenimiento, actúan mejorando la función de barrera cutánea y ejercen un efecto ahorrador de corticoides. Por esta razón se aconseja su uso una a tres veces al día sobre la piel sana y evitando su aplicación en áreas inflamadas.
Algunas recomendaciones:
- Usar ropa suelta, blanca o de colores claros, suave y de algodón capaz de absorber el sudor
- Lavar la ropa antes de usarla por primera vez, preferentemente con jabón blanco u otros detergentes neutros y enjuagar bien, sin dejar rastros del jabón en las prendas.
- Recorte y cepillado de uñas, así como el uso de manoplas o guantes (disminuye el riesgo de sobreinfección bacteriana de las lesiones)
- Evitar el uso de suavizantes y otros productos perfumados que se han incorporado en los últimos años al cuidado de la ropa.
- Evitar la lana y nylon.